Comunidad swingers Happy Ending CR
Los swingers son aquellas personas que llevan una relación de pareja estable, sin embargo, tienen la apertura para tener relaciones sexuales con alguien más. Esto es meramente físico, es decir, sin involucrar sentimientos.
Para que el encuentro swinger pueda llevarse a cabo, deben estar las dos partes (la pareja formal) y las personas con las que se hará el intercambio. Siempre debe estar la presencia del otro para que se efectúe el acto sexual.
Este pacto es una decisión en conjunto de parejas formales que buscan abrir sus horizontes en cuanto al ámbito sexual y mantener una relación amorosa diferente y con un toque de adrenalina extra.
Los intercambios de pareja pueden llevarse a cabo en clubs especiales para ello, eventos privados o de forma pactada en algún lugar estipulado por la pareja. En este tipo de dinámica no siempre debe recurrir en la penetración, puede ser solo un intercambio de besos, caricias o masturbaciones. Todo dependiendo del pacto que se haya estipulado con previo aviso.
¿Qué debo saber antes de empezar a ser un swinger?
Estar los dos de acuerdo en lo que vamos a hacer.
En este tipo de encuentros no vale con que uno solo sienta curiosidad y el otro se vea arrastrado por el primero. Si uno de los dos no está plenamente seguro, esa experiencia puede ser negativa y pasar factura a la relación. Siempre que se lleve a cabo por deseo, curiosidad y de manera tácita podrá ser estimulante y positiva.
Métodos de protección sexual.
Más allá del deseo expreso y la curiosidad, hay un elemento indispensable: la profilaxis. Es necesario contar con medios de protección para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Para los swingers es solo sexo, no habrá nunca vinculación afectiva
Una norma no escrita entre los swingers es que esos encuentros no serán una experiencia que promueva después algún tipo de relación amorosa. Lo único que se busca es el disfrute, no enamorarse de alguien distinto de nuestra pareja.
Establece reglas sobre lo que quieres y lo que no.
Como sucede en cualquier encuentro sexual, siempre hay límites. Lo más adecuado en estos casos es conocer previamente a esas parejas que formarán parte de esa experiencia. Esa es una buena oportunidad para dejar claro las prácticas que no se está dispuesto a llevar a cabo.
Evitemos el alcohol.
En este tipo de encuentros es frecuente que el alcohol esté presente en muchos casos. No es lo adecuado. Sabemos que los estados de ebriedad no son propicios durante el sexo, pero en estas condiciones nos puede llevar a no ser conscientes de lo que estamos haciendo. Es una mala opción que debemos evitar.
Los swingers saben lo que quieren y mantienen unas expectativas realistas.
Los auténticos swingers, es decir, las parejas que han integrado esta práctica en su relación tienen claros varios aspectos. El primero es que no van a mantener esos encuentros con cualquiera. Debe haber atracción, deseo y respeto. No todo el mundo les vale y, en ocasiones, pueden ir a un evento swing sin realizar ningún intercambio de pareja.
LAS REGLAS DE ORO PARA SWINGERS
COMODIDAD
Si es tu primera vez en este estilo de vida, deben discutir los límites. Tiene que existir un entendimiento mutuo de hasta dónde llegar antes de comprometerse con cualquier pareja. Swinger no significa tener sexo con penetración, algunas parejas solo prefieren los juegos preliminares y el oral. Mientras que otros pueden estar dispuestos a tener sexo vaginal e incluso anal
NO ES NO
Uno pensaría que esto sería bastante obvio, pero es importante reiterarlo: si alguien dice que no, eso es exactamente lo que quiere decir. También es relevante tener en cuenta que si alguien dice «quizás más tarde» o algo similar, también debe tomarse como «no».
PALABRA CLAVE
Ser swinger no es fácil, puede ser abrumador y puede jugar con tus nervios. Por ello, es considerable que tengan palabras claves para que la experiencia sea cómoda y segura. Algunas pueden indicar placer, mientras que otras, dolor. Así establecerán límites.
SEXO SEGURO
Esta es una regla básica y no únicamente para los swingers. Nunca se sabe lo que sucede en la vida sexual de los demás, qué tan en serio se toman las medidas de seguridad. Es por eso que siempre debes llevar condones, aunque creas conocer a las demás personas.
SILENCIO
Algunas personas quieren ser parte de la diversión, pero en realidad no participan en ella. Los voyeurs son esas personas, y aunque se les permite mirar, no se les permite hablar.
CONTROLA EL ALCOHOL
Si vas a una fiesta swinger es de suma importancia que bebas con moderación. Toma lo suficiente para calmar los nervios, pero recuerda que dos vasos de vino o cerveza son suficientes para emborracharse. No pierdas el control sobre ti mismo.
SIEMPRE EN PAREJA
Vayan en pareja y salgan como uno. No es recomendable que uno se retire y el otro se quede atrás. Vayan siempre de la mano sin dejar atrás a su pareja. Ser swinger es más seguro y fácil si ambos se sienten cómodos. Es un juego de equipo; no es un asunto en solitario.
COMUNICACIÓN
El swing es una decisión mutua y debes respetar lo que le gusta y no le gusta a tu pareja. Si planeas hacerlo con un par en particular, pero tu media naranja no quiere, escucha lo que prefiere. Solo será divertido cuando ambos estén interesados y se sientan realmente cómodos.
SIGUE LAS REGLAS
Infórmate y respeta las normas del club de swingers. Algunas de las pautas incluyen tener un código de vestimenta particular. Traer tu propia bebida y no traer cámaras ocultas. Habla con el anfitrión a tu llegada para que conozcas los detalles.
LIMPIEZA
No olvides cuidar tu higiene. Antes del intercambio de pareja, asegúrate de bañarte y, especialmente, de lavarte las partes íntimas. No está de más comprar un perfume y guardar una menta porque a nadie le gusta estar cerca de un mal olor corporal.
SÉ AMABLE
No tienes que intercambiar números y convertirte en el mejor amigo de todas las parejas con las que tienes relaciones sexuales. Pero si quieres ser swinger, lo mínimo que puedes hacer es ser cortés siendo comprensivo, educado y considerado.
CUIDA TUS PALABRAS
Al estar con la otra persona, nunca preguntes si estás mejor en la cama que su pareja. Tampoco hables de tu cónyuge y mucho menos te quejes de tu propia media naranja, especialmente con referencia a su destreza en el dormitorio.
Para concluir, habrá quien no entienda este tipo de filosofías de vida y de relación. Sin embargo, la cultura swing lleva décadas integrada en nuestra sociedad. Lo más importante es contar siempre con adecuadas medidas de protección frente a las enfermedades de transmisión sexual y tener claro que las dos personas están plenamente de acuerdo en llevar a cabo esta práctica.
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